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Cirugía descompresiva 

La enfermedad de Graves es un trastorno autoinmune que causa una actividad excesiva de la glándula tiroides (hipertiroidismo). La glándula produce hormonas que regulan el metabolismo del cuerpo (el proceso mediante el cual el cuerpo transforma alimentos en energía).

Cuando la enfermedad de Graves afecta a los ojos, se desarrolla una condición llamada oftalmopatía tiroidea (OT), o enfermedad ocular tiroidea. La enfermedad de Graves suele aparecer antes de los 40 años de edad.

Cuando existe una presencia de demasiada hormona tiroidea en adición de anticuerpos circulantes, los tejidos blandos y los músculos que rodean al ojo pueden hincharse. Las estructuras dentro de la órbita del ojo (el espacio óseo en el que se encuentra el globo ocular) incluyen músculos, vasos sanguíneos y nervios. Cuando dichas estructuras se hinchan dentro del espacio cerrado de la órbita, los ojos sobresalen o se tornan protuberantes. Esto puede causar problemas con el movimiento de los ojos, presentando a menudo una visión doble, una de las señales más comunes de la oftalmopatía tiroidea.

 

El tratamiento no quirúrgico puede incluir el uso de medicamentos antiinflamatorios esteroideos por vía oral o intravenosa para controlar la hinchazón y la inflamación de los músculos del ojo, el uso de anteojos de sol que con frecuencia alivia la sensibilidad a la luz asociada con una enfermedad ocular tiroidea, la aplicación de un gotas o geles lubricantes para aliviar la condición de ojo seco y la aplicación de Botox® para atenuar la mirada de sorpresa.

El tratamiento quirúrgico para la enfermedad tiroidea ocular puede incluir:

  • Cirugía de ciertos músculos oculares que ayuden a controlar la visión doble;

  • Cirugía de párpados, para corregir la mirada de sorpresa (retracción del párpado), retirar piel y/o bolsas de grasa excesivas y ayudar a proteger el ojo;

  • Un procedimiento llamado descompresión orbitaria usado en ciertos casos avanzados de enfermedad ocular tiroidea. Éste procedimiento, utilizado para corregir la protrusión del ojo, consiste en crear espacios específicos en algunos de los huesos orbitales que ayuden a que la inflamación se amplíe hacia otras áreas y no empuje los ojos hacia afuera.

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